En 1909, el matrimonio formado por Aquilina Gutiérrez Sánchez y Manuel Fernández González fundó la panadería “El Horno San José”. Aquellos comienzos conllevaron mucho sacrificio, pues por esa época todo el trabajo de panadería era manual y la jornada se comenzaba de madrugaba y algunos días finalizaba a las 12 horas de la noche.
Gracias al trabajo, al esfuerzo y a la constancia de esta familia, la panadería Horno San Jose logró, rápidamente, una producción de 5.000 kilos de pan diarios, que exigían 4.000 kilos de harina y que se repartían por la comarca del Besaya con carros tirados caballos, hasta que avanzada la época de los 50 comenzaron a usar furgonetas de reparto.
La tahona Horno San José llegó a ser la panadería más importante de Cantabria en volumen de producción.
Manuel murió a los 54 años y su esposa, Aquilina, afrontó valiente todo el peso del negocio. Pronto su hijo, Manuel se puso al mando de la panadería y María de los Ángeles, la mayor de las hermanas, hizo lo propio con la confitería, nacida algunos años antes.
Al poco tiempo llegó la Guerra Civil, la panadería fue intervenida por el Frente Popular para controlar el abastecimiento de la población de la zona del Besaya. Gracias a su afán emprendedor y su amor por el trabajo, la familia Fernández Gutiérrez, con sus dos hijos mayores a la cabeza, pusieron en marcha una confitería que, ya en los cuarenta, se metió de lleno en la fabricación de chocolates.
Poco a poco, la empresa fue ampliando el negocio. Comenzó a fabricar pastas de sopa Gallo y también a distribuir los productos Gallina Blanca.
El compromiso de calidad es una de las características que ha definido a nuestra empresa familiar en sus más de 100 años de vida, debido a nuestra apuesta por las mejores materias primas y al cuidadoso trabajo realizado por nuestros profesionales, que consiguen el acabado perfecto en cada producto.
Realizamos un exigente proceso de selección de materias primas, que nos hace apostar siempre por los mejores productos del mercado. Utilizamos leche de Cantabria y los mejores cacaos del mundo para conseguir ese resultado que buscan nuestros clientes.
Nuestra forma de trabajo artesanal es otra de nuestras diferencias. Nuestro equipo mima cada producto en cada uno de los procesos de elaboración para asegurar una calidad suprema.
La innovación es otra característica de nuestra empresa. Nuestras instalaciones disponen de las últimas novedades, que nos permiten ser más eficaces y dar respuestas a las nuevas necesidades del mercado.